Si antes de llegar a la isla de Borneo, alguien me hubiese contado lo que iba a experimentar, no le hubiese creído. Le habría tildado de exagerado o mentiroso; porque mucho te pueden contar del lugar que alberga más biodiversidad del mundo, o el que sirve de hogar para una especie de mono única en la tierra (que desgraciadamente por culpa de nosotros los humanos está en extinción), pero vivirlo en carne propia no se acercará ni un poquito a las historias que oirás o leerás.

Sin embargo, aun sabiendo lo complicado que se hace describir sensaciones, intentamos poner por escrito lo que se siente pisar esa selva, andar con máximo cuidado para no herir el paisaje; hacer silencio para que los pájaros e insectos puedan aparecer y pararse debajo de un árbol, como estatua y con el cuerpo entumecido, esperando que al mono narigudo le de hambre y se acerque a buscar fruta y así tú, poder maravillarte con tal espectáculo de la naturaleza.

Basta con llegar al Parque Nacional Bako para darte cuenta de que estás en un territorio especial. Montañas altas, inundadas de selva tupida que sirven como escudo para el inmenso mar de la China Meridional. Perderse por esas rutas de árboles gigantes, lianas fuertes y raíces que te muestran el camino es una aventura sin parangón. Ser consciente y captar cada detalle de cómo va cambiando la escena a medida que escalas la montaña es primordial; pasar de una selva enmarañada y llegar a una cima parca y cubierta de piedra volcánica, que es a su vez el preámbulo a un paisaje playero, es solo parte de lo que la isla de Borneo es capaz de regalarte.


Pero visitar Borneo también duele en el alma. Duele saber cómo año tras año, miles de hectáreas de selva virgen son destruidas por el hombre. El hábitat natural de miles de especies está desapareciendo para darle paso a la siembra de árboles de palma, de donde se extrae el rey de los productos de Asia: el aceite de palma. Esa industria millonaria se está llevando consigo selva, animales y todo lo que encuentre a su paso.
Duele tener que visitar a los orangutanes en un centro de rehabilitación, cuando deberían andar libres por su selva, la selva que les pertenece y que nosotros les hemos quitado. Duele saber que si continuamos apoyando el desastre ecológico, en el 2020 la selva más importante del planeta quedará completamente devastada.


Visitar Borneo creo que ha sido una de las mejores decisiones viajeras que hemos tomado en mucho tiempo. Si planeas ir a esa parte del mundo, no dudes ni un solo segundo en visitar esa enorme isla.
Tips viajeros para visitar Borneo
El Borneo en Malasia está dividido en dos estados principales: Sabah, siendo la capital Kota Kinabalu y Sarawak con su capital Kuching. En ambos estados se puede experimentar la extraordinaria riqueza natural de la isla, ver orangutanes y un sinfín de animales. Sin embargo, estas actividades suelen ser mucho más económicas en el estado de Sarawak. Además, personalmente, preferimos la ciudad de Kuching a Kota Kinabalu. Nos pareció más agradable, organizada, limpia e interesante.

Si haces como nosotros y eliges el estado de Sarawak para explorar la naturaleza de Borneo:
- Puedes ver a los orangutanes en la Reserva Natural de Semmengoh.
- Para ver a los monos narigudos debes ir al Bako National Park. Allí también verás a los graciosos cerdos barbudos.
- Puedes visitar el Orchid Garden y deleitarte con sus orquídeas.
- O puedes también hacer una excursión por el Monte Santubong.
No te olvides dedicarle unos cuantos días a la ciudad de Kuching; perderse por su pequeño barrio chino, visitar sus museos, contemplar el Palacio Astana desde las orillas del río, comerte un buen plato de laksa o unos noodles caseros, son algunas de las cosas que no puedes dejar de hacer si visitas esta hermosa ciudad de Borneo.