Descubriendo Kuala Lumpur

La capital de Malasia puede ser un lugar difícil, sobre todo en el primer encuentro. Es bulliciosa, a ratos polvorienta, frenética, moderna, sucia en algunas esquinas y con un calor húmedo intenso. Pareciese que con esta descripción no se puede decir algo bueno de ella, pero no es así.

Detrás de todo ese desastre típico de ciudades asiáticas, se esconde una ciudad fascinante, a la cual hay que aprender a mirar y darle tiempo para que te enamore. A pesar de estar repleta de edificios (y las construcciones no paran), sigue manteniendo lugares verdes y nos recuerda muy a menudo que estamos en medio del trópico.

Creo que no exagero cuando digo que es uno de los mejores lugares de todo Asia para comer, bien sea comida callejera, en restaurantes de lujo, en lugares típicos, o lo que quieras. Kuala Lumpur también esconde un movimiento cultural interesante, aunque hay que saber buscar si quieres encontrarlo.

Lo más importante al visitar esta urbe es ir con la mente abierta. No podemos pretender que la capital de un país petrolero, en medio de un continente tan acelerado como Asia sea un rincón de paz. Es una ciudad apabullante, sí, pero a nuestro parecer, muy importante en cualquier ruta que se haga por este lado del mundo.

He aquí nuestros lugares imprescindibles de Kuala Lumpur:

Batu Caves

Las famosísimas Batu Caves se encuentran en las afueras de la ciudad pero se puede llegar cómodamente en metro. Sin duda encontrarás reseñas y fotos de estas cuevas en cada guía de Kuala Lumpur y es normal ya que son sorprendentes. Las cuevas, naturalmente hablando, no son impresionantes, pero todo el complejo es digno de ver; la enorme estatua, los monos intentando robarte la comida, el colorido típico de los templos del hinduismo y los escalones empinados le inyectan mucha magia al lugar.

Batu Caves en Kuala Lumpur
Batu Caves en Kuala Lumpur
Mono en Batu Caves
Los guardianes más temidos de las Batu Caves

Bukit Nanas

El KL Forest Eco Park o bukit nanas, es una reserva natural brutal en pleno centro de la ciudad. Si te adentras en el parque, te costará creer, y a ratos hasta se te olvidará, que estás en una gran metrópolis asiática.

Bukit Nanas en Kuala Lumpur
Bukit Nanas

Las Petronas

Siempre están de primeras en cualquier guía turística, y nosotros tampoco podemos dejar de incluirlas en la lista. Tanto si eres amante de la arquitectura o no, te darás un buen banquete visual. La zona que rodea a las torres también vale la pena visitarla, te muestra una Kuala Lumpur cuidada, limpia y chic.  Se puede entrar gratis a los 2 edificios, ver el lobby y visitar el enorme centro comercial que hay en su planta baja.  Para subir a su mirador en lo alto y deleitarse con las vistas de la ciudad sí que hay que pagar entrada.

Torres Petronas
Torres Petronas

Las torres se visten de luces por las noches y vale la pena presenciar el espectáculo de fuentes e iluminación que hacen cada día en la parte de atrás del complejo.

Torres Petronas de noche
Las Petronas son un espectáculo a cualquier hora del día

Heli Lounge Bar

Ver KL de noche y desde lo más alto es prácticamente tarea obligada. Hay varios edificios que ofrecen la opción, pero nosotros solo fuimos al Heli Lounge Bar, un bar ubicado en un antiguo helipuerto. Las vistas de 360ª son inmejorables.

Little India

Ninguna visita a KL está completa sin un paseo por el barrio más aromático de toda la ciudad. Un conglomerado de colores, olores, templos, gente agradable; todo es y más es Little India.

Templo hindú en Little India en KL
Templo hindú en Little India

Chinatown

En todas las ciudades del sudeste asiático siempre hay un barrio chino y suelen ser parte de los imprescindibles a la hora de hacer turismo. Personalmente, el chinatown de Kuala Lumpur no es de los más bonitos que hemos visto en nuestra ruta por el sudeste de Asia pero aún así vale la pena visitarlo, sobre todo sus templos. También sus casas antiguas tienen un toque especial, aunque no se compara con otros barrios antiguos de otras ciudades de Malasia, como por ejemplo, las de Georgetown que son una verdadera belleza.

Chinatown Kuala Lumpur
Chinatown

La Mezquita Nacional 

Malasia es un país netamente musulmán. Aunque en él convivan muchas más religiones. Está lleno de mezquitas, y su capital no iba a ser la excepción.  La Mezquita Nacional es la más importante de todo el país y se puede visitar en ciertos horarios especiales, cuando los locales no están practicando su rezo diario. Lo que más sorprende es su techo de azulejos de colores azul y verde, que fue renovado en 1987.

Mezquita Nacional en Kuala Lumpur
Mezquita Nacional en Kuala Lumpur
Mezquita_nacional
Techo de azulejos de la Mezquita Nacional

Bukit Bintang 

Es el barrio moderno y más comercial de toda la ciudad. Sus edificios elegantes, centros comerciales de lujo y pasarelas aéreas muestran la cara más cosmopolita de Kuala Lumpur. Es una visita imprescindible si se quiere ver un lado diferente de esta urbe frenética. A los malayos les encantan los centros comerciales, y este barrio es una muestra perfecta de ello. Son enormes, con una oferta gastronómica impresionante y hasta con montañas rusas dentro.

La Jalan Alor 

«Jalan» en malayo quiere decir calle y la Alor en Kuala Lumpur es una de las más conocidas entre los amantes de la comida callejera.  Es el sitio perfecto para conocer qué y cómo comen los malayos. Aquí se puede encontrar comida auténtica malaya, platos de pescado y mariscos muy frescos, frituras de todo tipo, comida indo-malaya, dulces, cervezas, etc., y todo en un ambiente muy típico asiatico.

Jalan Alor Kuala Lumpur
Jalan Alor

Plaza de la Merdeka 

La Plaza de la Merdeka o de la Independencia, es un lugar importante para todos los malayos. Como su nombre lo indica, es un símbolo y lugar de celebración por la independencia del país. Tiene una gran extensión y es un rincón agradable en medio del caos de la ciudad. En sus cercanías se pueden encontrar varios museos importantes de Kuala Lumpur como el de historia o el textil. Además, frente a la plaza está el bello edificio del Sultán Abdul Samad que bien merece la pena ver.

Alrededores de la Merdeka Square KL
Edificio del Sultán Abdul Samad frente a la Plaza de la Merdeka

Mercado Central 

Creemos que los mercados son el corazón de cualquier ciudad y en Asia esta teoría se cumple a rajatabla. No se ha estado en un país asiático si no se ha visitado por lo menos un mercado.

Tenemos que confesar que el mercado central de Kuala Lumpur no es de nuestros favoritos. Está muy enfocado en el turismo y ha perdido autenticidad. Aun así, nunca está de más visitarlo; hay infinidad de productos locales y además, su edificio con estilo art deco tiene un valor histórico importante y es interesante echarle un vistazo.

 

 

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¿Qué hacer en Kuching? Guía para visitar la capital de Sarawak

Kuching para nosotros fue una ciudad de descanso y una de las estadías más largas de todo el viaje por Asia; la recorrimos y la sentimos nuestra por más de 10 días, y aun así, no lo pensaríamos dos veces en volver.

Esta ciudad es la capital del estado de Sarawak, ubicado en la isla de Borneo, específicamente en el lado malayo. Borneo es una isla muy extensa (la tercera más grande del mundo) y su territorio es compartido entre tres países: Malasia, Indonesia y Brunéi.

Es una de las ciudades base para explorar las maravillas naturales que ofrece este lado del mundo y perderse en la selva más diversa del planeta, como lo contamos en nuestro post sobre el Borneo malasio.

Pero en la capital de Sarawak no todo es naturaleza; la ciudad es muy interesante, organizada, tranquila y agradable. Tiene un montón de sitios para explorar y una gastronomía maravillosa. Si estás planeando visitarla, te contamos qué hacer en Kuching, cómo llegar y qué comer.

¿Cómo llegar a Kuching?

La manera más fácil de llegar a Kuching es vía aérea. En nuestro caso, volamos primero hasta Kota Kinabalu (desde Manila, Filipinas) en el estado de Sabah en el mismo Borneo. Desde allí, cogimos un vuelo hasta Kuching de aproximadamente 1 hora y media de duración. La compañía low cost Air Asia ofrece muy buenos precios. También hay vuelos a Kuching desde Singapur y Kuala Lumpur.

Entrada al Chinatown de Kuching
Entrada al Chinatown de Kuching

¿Dónde dormir?

Kuching está plagada de hoteles, hostales y sitios para dormir de todo tipo. Nosotros, siguiendo la temática backpacker de nuestro viaje, escogimos la Marco Polo’s Guesthouse y pagamos alrededor de 13€ por noche en habitación doble privada y con baño compartido (precio del año 2016) y el desayuno estaba incluido.

Nuestra experiencia en la guesthouse fue muy buena. El personal fue muy amable, las habitaciones estaban limpias y eran bastante amplias. Tienen una pequeña terraza muy agradable donde sirven el desayuno todas las mañanas. La ubicación del hostal es inmejorable, en pleno barrio Chino, en la famosa Padungan Road.

¿Qué hacer?

Visitar museos: si algo tiene Kuching son museos. Algunos de los más interesantes son El Museo de Historia China, el de Sarawak y el Museo del Gato; todos son gratuitos.

Museo de Sarawak
Museo de Sarawak

Caminar por Chinatown: varias calles forman el barrio chino de Kuching. La Jalan Carpenter y Padungan Road son las más concurridas y están llenas de shophouses, casas coloniales y templos chinos.

Ir a los parques nacionales: una visita a Kuching no está completa si no se visita por lo menos un parque nacional. Puedes elegir entre el Parque Nacional Bako, el Parque Nacional de Kubah, la Reserva Natural de Matang o el Parque Nacional del Gunung Gading.

Parque Nacional Bako
Parque Nacional Bako

Navegar por el río: uno de los mayores atractivos de Kuching es el río Sarawak. Darse un paseo alrededor de este o navegarlo en una barca o tambang es una bonita experiencia y es el perfecto reflejo de ese carácter tranquilo que tiene la ciudad. Desde las orillas del río también se puede admirar el edificio de la Asamblea Estatal de Sarawak.

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Edificio de la Asamblea Estatal y el río Sarawak

Pasear por Little india: el barrio indio es pequeño pero consistente. Lleno de restaurantes, tiendas y coronado por una mezquita, es un buen sitio para explorar.

Tomar café en una de sus cafeterías: desde que llegamos a Kuching nos llamó la atención la cantidad de sitios para tomar un buen café. Todas las coffee shops están llenas de encanto y sirven productos de mucha calidad.

Visitar templos: como en toda ciudad asiática, visitar templos es una de las actividades primordiales. Kuching no es la excepción, ya que tiene algunos imperdibles como el templo hokkien “Hong San Si”.

Hong San Si Temple en Kuching
Hong San Si Temple

Disfrutar del arte callejero: las calles de Kuching están llenas de expresiones artísticas. Estate atento mientras caminas porque hay mucho street art de calidad;  algunos murales ya se han convertido en símbolo de la ciudad.

Street art en Kuching
Street art en Kuching

Por supuesto que no podía faltar un mural con un gato, para rendirle honor al nombre de la ciudad, Kuching, palabra malaya que en español significa justamente «gato».

street art cat kuching

¿Qué comer en Kuching?

Sarawak Laksa

No puedes irte de la ciudad sin probar el famoso laksa. El laksa es una sopa de fideos bastante condimentada y que suele tener pollo y gambas. Otros ingredientes son la leche de coco y la hierba limón o lemongrass. Para nosotros es uno de los platos más ricos que probamos durante nueve meses de travesía por Asia. En Malasia existen dos tipos de laksa, el que se come en la isla de Penang que es base de pescado y el de Kuching (que también se encuentra en la ciudad de Malaca) al que le llaman Sarawak laksa. Si quieres saber más sobre este plato, puedes darte un paseo por nuestro post de Sabores de Malasia.

El mejor laksa que probamos en Kuching fue el del Lau Ya Keng Foodcourt en la Carpenter Street frente al templo Hiang Thian Siang Ti.

Laksa de Sarawak
Laksa de Sarawak

Fideos caseros en Noodle Descendents

Después de leer muchas reseñas de locales sobre este sitio, decidimos ir a probar sus noodles que resultaron ser espectaculares. El sitio es muy famoso en la ciudad y siempre está a reventar. Sin embargo, vale la pena esperar por una mesa en Noodle Descendents para poder degustar sus fideos caseros. El lugar está en el número 188 de Jalan Padungan.

Noodles en Noodle Descendents
Bol de noodles en uno de los lugares preferidos de los locales

Helado de azúcar de palma o gula melaka

Si por algo es famoso Malasia es por su azúcar de palma o gula melaka. Este tipo de azúcar, como su nombre bien lo dice, se extrae de la savia de la palmera datilera. Es un ingrediente clave en la cocina del país y se utiliza tanto para platos dulces como salados. En Kuching probamos un helado hecho a base de gula melaka y nos enamoramos. Es fresco y con un sabor muy característico. Además, te ayudará a combatir el calor sofocante de la ciudad.

Helado de azúcar de palma o gula melaka
Helado de azúcar de palma o gula melaka

Como ves, sobran las razones para visitar la ciudad de Kuching en pleno Borneo malasio. Te quedarás con ganas de más después de recorrerla.

 

Ruta gráfica: las verdes Cameron Highlands

Plantaciones de té, verde intenso por doquier y un remanso de paz en medio de la agitada Malasia; eso y mucho más son las Cameron Highlands.

Plantaciones de té Boh en Cameron Highlands
Plantaciones de té en Cameron Highlands

Cameron Highlands en Malasia

Lagarto en Malasia

flores en Malasia

Intalaciones de BOH Tea plantation
Parte de las plantaciones BOH Tea
Puentes colgantes en Cameron Highlands
Puente colgante en Malasia

Hibiscus en Malasia

Cameron Highlands

trails por la selva malaya

Si estás planeando visitar las Cameron Highlands, puedes visitar nuestro post de datos prácticos para saber cómo llegar, dónde dormir y qué hacer.

Borneo malasio: un encuentro feroz con la naturaleza

Si antes de llegar a la isla de Borneo, alguien me hubiese contado lo que iba a experimentar, no le hubiese creído. Le habría tildado de exagerado o mentiroso; porque mucho te pueden contar del lugar que alberga más biodiversidad del mundo, o el que sirve de hogar para una especie de mono única en la tierra (que desgraciadamente por culpa de nosotros los humanos está en extinción), pero vivirlo en carne propia no se acercará ni un poquito a las historias que oirás o leerás.

Parque Nacional Bako
Parque Nacional Bako

Sin embargo, aun sabiendo lo complicado que se hace describir sensaciones, intentamos poner por escrito lo que se siente pisar esa selva, andar con máximo cuidado para no herir el paisaje; hacer silencio para que los pájaros e insectos puedan aparecer y pararse debajo de un árbol, como estatua y con el cuerpo entumecido, esperando que al mono narigudo le de hambre y se acerque a buscar fruta y así tú, poder maravillarte con tal espectáculo de la naturaleza.

Mono proboscis en Borneo
Mono narigudo o proboscis en el Parque Nacional Bako, Borneo

Mono proboscis en el Borneo

Basta con llegar al Parque Nacional Bako para darte cuenta de que estás en un territorio especial. Montañas altas, inundadas de selva tupida que sirven como escudo para el inmenso mar de la China Meridional. Perderse por esas rutas de árboles gigantes, lianas fuertes y raíces que te muestran el camino es una aventura sin parangón. Ser consciente y captar cada detalle  de cómo va cambiando la escena a medida que escalas la montaña es primordial; pasar de una selva enmarañada y llegar a una cima parca y cubierta de piedra volcánica, que es a su vez el preámbulo a un paisaje playero, es solo parte de lo que la isla de Borneo es capaz de regalarte.

Planta carnívora
Planta carnívora
Vistas desde el Parque Nacional Bako en Borneo
Después de atravesar la selva, el Bako te regala estas vistas

Pero visitar Borneo también duele en el alma. Duele saber cómo año tras año, miles de hectáreas de selva virgen son destruidas por el hombre. El hábitat natural de miles de especies está desapareciendo para darle paso a la siembra de árboles de palma, de donde se extrae el rey de los productos de Asia: el aceite de palma. Esa industria millonaria se está llevando consigo selva, animales y todo lo que encuentre a su paso.

Duele tener que visitar a los orangutanes en un centro de rehabilitación, cuando deberían andar libres por su selva, la selva que les pertenece y que nosotros les hemos quitado. Duele saber que si continuamos apoyando el desastre ecológico, en el 2020 la selva más importante del planeta quedará completamente devastada.

Orangutanes en la Reserva Natural de Semmengoh
Orangutanes en la Reserva Natural de Semmengoh
Orangutanes en la Reserva Natural de Semmengoh
Una madre y su cría en la Reserva Natural de Semmengoh

Visitar Borneo creo que ha sido una de las mejores decisiones viajeras que hemos tomado en mucho tiempo. Si planeas ir a esa parte del mundo, no dudes ni un solo segundo en visitar esa enorme isla.

Bako National Park

Tips viajeros para visitar Borneo

El Borneo en Malasia está dividido en dos estados principales: Sabah, siendo la capital Kota Kinabalu y Sarawak con su capital Kuching. En ambos estados se puede experimentar la extraordinaria riqueza natural de la isla, ver orangutanes y un sinfín de animales. Sin embargo, estas actividades suelen ser mucho más económicas en el estado de Sarawak. Además, personalmente, preferimos la ciudad de Kuching a Kota Kinabalu. Nos pareció más agradable, organizada, limpia e interesante.

ciudad de Kuching
Kuching y sus gatos

Si haces como nosotros y eliges el estado de Sarawak para explorar la naturaleza de Borneo:

  • Puedes ver a los orangutanes en la Reserva Natural de Semmengoh.
  • Para ver a los monos narigudos debes ir al Bako National Park. Allí también verás a los graciosos cerdos barbudos.
  • Puedes visitar el Orchid Garden y deleitarte con sus orquídeas.
  • O puedes también hacer una excursión por el Monte Santubong.

No te olvides dedicarle unos cuantos días a la ciudad de Kuching; perderse por su pequeño barrio chino, visitar sus museos, contemplar el Palacio Astana desde las orillas del río, comerte un buen plato de laksa o unos noodles caseros, son algunas de las cosas que no puedes dejar de hacer si visitas esta hermosa ciudad de Borneo.

El durián, un manjar asiático

La protagonista de este post es una fruta enigmática, extraña, maloliente. Parece que cuando se habla de ella no hay términos medios; o la amas o la odias. El llamado durián es originario del sudeste de Asia, su carne es muy preciada en esta parte del mundo y podríamos afirmar que es todo un manjar para muchos. Por fuera tiene un caparazón lleno de espinas gruesas y al abrirla aparece su fruto en forma de gajos muy grandes.

Durián en Malasia

Fueron muchos los artículos que leímos sobre esta fruta y muchos los vídeos que engullimos, pero no queríamos seguir con la incógnita y después de 6 meses de viaje por varios países de Asia, llegó el momento de probarla. No pudo ser en un mejor lugar y temporada: en la isla de Penang, en Malasia a finales del mes de junio. Y digo esto porque el durián de esta zona goza de fama y es justo por estas fechas que comienza la época de cosecha.

Venta de durián en Balik Pulau, isla de Penang, Malasia.
Venta de durián en Balik Pulau, isla de Penang, Malasia.

Alrededor de toda la isla se pueden ver vendedores ambulantes ofreciendo la fruta tanto a los locales que la idolatran como a los visitantes más osados. Es bien sabido que los turistas chinos mueren por ella y suelen viajar mucho a países como Malasia, Indonesia y Tailandia solo para degustarla y pagando cuánto sea necesario por conseguir la de mejor calidad.

Vendedor de durián en George Town, Malasia
Vendedor de durián en George Town, Malasia

Una de las características más importantes del fruto es su olor. Pero, ¿a qué huele el durián? Es un olor muy intenso, parecido a pocas cosas que hayamos olido antes, y a veces, nada agradable; tanto así, que está prohibida llevarla en transporte público y la mayoría de hoteles no dejan que sus huéspedes la tengan en sus habitaciones. Es un olor que impregna todo el ambiente y que puede quedarse presente un buen rato, que recuerda al olor de una fruta en mal estado o demasiado madura, pero que en nada se corresponde con su sabor.

Durián por dentro
Así luce por dentro

El momento de la verdad: ¿a qué sabe el durián?

Cuando pensábamos en probar el durián siempre imaginamos que nos gustaría pero que tal vez no sería algo que repetiríamos (presunciones que hace uno sin saber). ¡Qué equivocados estábamos! No solo nos gustó sino que ¡nos encantó! Es una fruta indescriptible, con una textura increíblemente cremosa y que no parece natural. Muchos lo comparan con la textura de la mantequilla o el queso crema, pero yo diría que es mucho mejor porque no tiene esa consistencia grasosa que puede llegar a ser desagradable.

probando durián en Malasia
Probando el durián

El sabor es bastante dulce, mucho más de lo que esperábamos. El fruto no tiene ese olor penetrante que tiene su cáscara o piel aunque sí un sabor muy fuerte y un regusto “raro” pero que no llega a ser malo, por lo menos para nosotros. Nos recordó un poco a la jackfruit, otro fruto exótico muy consumido en Asia y del cual hablamos en el post de las frutas del sudeste asiático. Sin embargo, el durián es mucho más complejo y ofrece diferentes matices.

Mucha gente no se atreve a probarlo, se dejan llevar por su fuerte olor y ni siquiera se acercan a morderlo. Sin duda es un sabor atrevido, una fruta que al saborearla te deja el paladar impregnado de muchos sabores a la vez (es raro, lo sé, pero es que así es el durián) y vale la pena “soportar” el olor y darle un mordisco a su fruto.

Vendedor de durián en Penang
Se necesita fuerza y técnica para abrir el fruto

No queríamos irnos de Asia sin probar el manjar por el que tanta gente delira y el que usan para rellenar pasteles, saborizar café, hacer caramelos, helados, entre otros. No nos arrepentimos ni un segundo de haberlo probado, al contrario, si de algo nos arrepentimos es de no haberlo hecho antes.

Helado de durián con cacahuetes
Helado de durián con cacahuetes

¡Ya tenemos otra fruta favorita que añadir a nuestra lista!

Y tú, ¿te atreverías a probarla? 🙂

Sabores de Malasia

Entender la cocina malaya no es tarea fácil; mezcla y diversidad son los conceptos que mejor la definen. Malasia huele a curry, a arroz con leche de coco, está invadida por fideos de todos los tipos y vibra con el calor de los hornos tandoor. Como si de una gran olla se tratara, donde cada cultura va añadiendo sus ingredientes, este país es un abanico de sabores. Aquí, quien no encuentra algo que se adapte a su paladar, no lo encontrará en ninguna parte.

Hay platos malayos propiamente dichos, hay otros Peranakan o Baba Nyonia, como se les llama a los descendientes de los primeros chinos que llegaron al país y de los cuales nació toda una cultura muy rica y afianzada hoy en día. También están los indios, que no solo importaron sus costumbres tanto del norte como del sur de la India, sino que fusionaron sus costumbres con las malayas y así surgieron los restaurantes mamak, que se refiere a los indios musulmanes.

Esta mezcla entonces, nos permite gozar de infinidad de platos y sazones. Curris muy especiados, con salsas espesas y carnes tiernas. Fideos chinos hechos a la manera tradicional, que nadan en soya, salsa de pescado y jengibre. Diversidad de panes planos traídos de la cultura india, como el naan, el chapati (pan muy plano hecho con harina integral) y el adorado por todos, el roti canai.

Lo mejor para adentrarse en la complejidad de esta gastronomía, es ver de cerca alguno de los platos más emblemáticos de Malasia.

Nasi Lemak

Su nombre se traduce literalmente como “arroz aceitoso o grasoso”, aunque de grasoso no tiene nada. Se dice que es el plato nacional malayo. Consiste en arroz cocinado en leche de coco y aromatizado con limoncillo o lemongrass, jengibre y hojas de pandano. Se acompaña de sambal (pasta de chiles con sabor dulce e intenso), huevo frito, cacahuetes tostados y anchoas fritas. Además, se puede añadir algún guiso de carne o pollo frito.

Nasi Lemak con Rendang
Nasi Lemak

Roti Canai

Pronunciado “roti chanai”, es un plato insignia de Malasia y, debemos confesar, que ya forma parte de nuestras comidas favoritas de todo el mundo. Creemos que es inigualable y no hemos podido encontrar algún otro plato que se le parezca para poder hacer una analogía. Roti en malayo significa pan y el roti canai es un tipo de pan plano, hojaldrado pero muy suave a la vez.  Se sirve con daal (lentejas) o algún curry y es muy consumido durante el desayuno.

Roti Canai
Roti Canai
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Desayuno típico malayo con Roti Canai

Murtabak

Para este plato se utiliza como base la misma masa del Roti Canai. Se rellena de una mezcla a base de huevo y suele llevar pollo o cordero. El mejor que comimos fue el de cordero con queso, una especie de plato fusión ya que el queso no es un ingrediente muy asiático que digamos pero que se ha popularizado, sobre todo por la cantidad de turistas que recibe Malasia año tras año.

murtabak
Murtabak relleno de pollo
Murtabak de cordero y queso
Murtabak de cordero y queso

Tandoori Chicken

El horno tandoor es un horno de barro muy popular en la India. Gracias a la gran comunidad de indios que vive en Malasia, el pollo tandoori es un plato que abunda, sobre todo en ciudades como Kuala Lumpur, Malaca y George Town. El pollo se marina en una mezcla de yogurt y especies y luego pasa a ser cocido en el horno a temperaturas muy altas. Suele acompañarse de pan naan, un pan plano muy suave y con sabor delicado, que también se cocina en el horno tandoor. Está en nuestro top 3 de comidas favoritas de Malasia.

Tandoori Chicken
Tandoori Chicken
Pollo tandoori en Malasia
Bandeja de pollo tandoori que incluye pan naan, salsas, vegetales y curry.

 

Arroz biryani y curry

Siguiendo con el tema de la comida india, no podemos dejar de hablar del arroz biryani y todos los curris que se pueden encontrar en Malasia. El biryani es arroz basmati al que se le suele añadir especies como comino, cardamomo, coriandro, y anís estrellado. Es el acompañante perfecto para los curris de pollo, cordero o vegetales, muy populares en todo el país.

Arroz Biryani
Arroz Biryani
Biryani con curry de cordero
Biryani con curry de cordero

Laksa

Es una especie de sopa, con un caldo base de sabor muy intenso. Existen varios tipos, siendo los más famosos el Asam Laksa y el Laksa de Sarawak.

Asam Laksa: es el laksa típico de la región de Penang y es completamente distinto al laksa que se encuentra en otras provincias del país. Es a base de pescado, muy espeso, con fideos de arroz muy blandos y una mezcla de hojas verdes, menta y piña en cuadros. Un contraste profundo de sabores.

Laksa de pescado o Asam Laksa
Laksa de pescado o Asam Laksa

Laksa de Sarawak: Sarawak es uno de los estados que conforman el Borneo malayo. Aquí, al igual que en otras zonas del país, el caldo del laksa no es a base de pescado, sino de pollo, y además lleva leche de coco y curry. Va acompañado de trozos de pollo hervido, gambas y fideos de trigo. Es nuestro favorito.

Laksa de Sarawak
Laksa de Sarawak
Laksa con gambas y tofu
Laksa con gambas y tofu

Banana Leaf Rice

Comer este plato es toda una experiencia, ya que como su nombre lo indica, es servido sobre una hoja de plátano. Proviene del sur de la India y es un festín de curris de vegetales, carnes, encurtidos, papadums (especie de galletas muy finas y crocantes) ensaladas refrescantes y arroz. Apenas te sientas en la mesa, colocan frente a cada comensal la hoja de plátano y te van sirviendo de una fuente con diferentes recipientes.

Banana leaf rice
Banana leaf rice

Char Kway Teow

Fideos de arroz planos y muy anchos, sofritos en wok con gambas, huevo, berberechos, salchicha china, pasta de chiles, salsa de soya y salsa de ostras. Es muy popular en la zona de Penang y se suele comer en puestos callejeros.

Char Kway Teow
Char Kway Teow

Satay

Es otro de los platos estrella de Malasia. Son brochetas o pinchos de cerdo, pollo o ternera (también se encuentran de hígado y otras partes no tan nobles) hechas a la parrilla y acompañadas de una salsa suntuosa a base de cacahuetes. Se acompaña con «rice cakes», una especie de trocitos de masa hechos con arroz.

Satay de cerdo con "rice cakes"
Satay de cerdo con «rice cakes»
Satay de pollo con arroz blanco
Satay de pollo con arroz blanco

Hainanese chicken rice o pollo con arroz de Hainan

Es un plato muy básico pero no por eso deja de ser espectacular. Tiene orígenes chinos, más específicamente en la región de Hainan como lo dice su nombre. Se cocina el pollo entero en un caldo que contiene huesos tanto de pollo como de cerdo. Se sirve con un arroz súper suelto que tiene muchísimo sabor ya que está cocinado con caldo del pollo. Algunas veces se acompaña con una salsa de soya oscura y dulce y otras con un salsa a base de chile. Uno de los más famosos se encuentra en la ciudad de Ipoh, en el centro del país.

Chicken rice de Ipoh
Chicken rice de Ipoh
Chicken rice con brotes de soja
Chicken rice con brotes de soja en Penang

Wantan mee o wanton mee

Fideos caseros de trigo, servidos con salsa de soya y salsa de ostras, acompañados de tiras de cerdo asado y wantan fritos. Los wantan son pequeñas bolsitas de masa frita, rellenas de cerdo o gambas. Mee significa “fideos” y es una de las palabras que más verás en todo Malasia.

Wantan mee en George Town, Penang
Wantan mee en George Town, Penang

Kolo mee

Otro de nuestros platos favoritos. Es oriundo de la región de Sarawak, en la isla de Borneo. Se parece un poco al wantan mee, ya que ambos son platos de fideos secos. Sin embargo, el kolo mee lleva carne de cerdo molida o picada y el sabor es más ligero y la textura de los fideos es más fina y mucho más rica.

Kolo mee
Kolo mee

Como todos estos platos lo demuestran, comer en Malasia es una experiencia única. Entender su cocina es primordial para poder percibir la realidad del país, entender su cultura y esa mezcla profunda que la define. Además de todos los manjares salados, también abundan los postres y las bebidas, los cuales creemos que son todo un mundo aparte y a quienes dedicaremos un próximo post.

Malaca, la niña bonita de Malasia

El nombre de Malaca me remonta a las clases de historia universal en el colegio. Me es inevitable no pensar en el famoso Estrecho de Malaca, esa ruta de navegación que ha sido tan importante para el comercio mundial desde hace tantísimo tiempo. Por este estrecho pasan cada año miles de buques transportando desde café hasta petróleo. Gracias a su posición privilegiada en el mapamundi y a ese intercambio de mercancía durante años, en esta ciudad del sur de Malasia desembarcaron comerciantes de todas las partes del mundo.

Iglesia en el centro de Malaca
Centro de Malaca, donde se erige la iglesia anglicana más antigua de Malasia

Hace ya varios siglos, todos los navegantes y conquistadores en busca de expandir sus territorios se interesaban en ella, así que muchos intentaron tenerla bajo su dominio. Por esta ciudad malaya pasaron los chinos, los portugueses, los holandeses y finalmente los ingleses. Todos dejaron su huella, algunas más grandes que otras, pero huellas al fin. Es esa intensa e interesante mezcla lo que define a Malaca. Cada cultura se ve reflejada bien sea en un plato de comida o en la arquitectura de sus casas.

Calles de Malaca, Malasia
Encantadoras calles del centro de Malaca

Esta ciudad, parece una niña bonita, toda arreglada y guapa por muchas esquinas. Su centro histórico, con esos edificios color terracota, deslumbran. Su río, limpio y brillante, atraviesa la ciudad y la refresca. Su barrio chino es puro color, con sus tiendas repletas de caramelos glutinosos, white coffee y pastas de té. Puede que a ratos se muestre demasiado turística, pero es normal que muchos quieran venir a ver a esta niña malaya.

Río en Malaca, Malasia
Vistas del río al atardecer
Ciudad de Malaca y su río
Más vistas del río y murales de street art

Malaca figura en la lista de ciudades declaradas patrimonio mundial por la UNESCO. En ella  puedes ver iglesias cristianas al más puro estilo colonial holandés, templos chinos con sus pagodas rojas y mezquitas que se erigen sobre el agua. Si te alejas un poco del centro histórico, te toparás con unos gigantes centros comerciales, de esos que tanto gustan a los mayalos, con sus aires acondicionados que hielan y techos que parecen llegar al cielo. También puedes comer pescado a la parrilla con sabores portugueses, fideos salteados en wok y currys indios servidos sobre hojas de plátano.

Banana leaf rice en Malaca
Plato típico del sur de la India: «Banana leaf rice»

Si hay una ciudad que refleje a la perfección la gran diversidad de Malasia, es esta niña guapa que mira al mar y que ha visto llegar, durante décadas, gente de todos los rincones del mundo. Hoy en día lo sigue haciendo, recibiendo a hordas de turistas chinos que vienen a deleitarse con todos los productos que se puedan imaginar hechos a base de durián, mochileros europeos que atestan las encantadoras guest houses y familias enteras que llegan para maravillarse con la enorme mezcla de culturas.

Malaca de noche
La ciudad y su río se visten de luces por las noches

Desde las viejas fachadas con caracteres chinos, pasando por los restaurantes indios con sus bandejas llenas de guisos fragantes, hasta la majestuosa arquitectura de una mezquita sobre el mar, Malaca te contará lo que una vez fue y sigue siendo este maravilloso país.

Mezquita flotante de Malaca
Mezquita del Estrecho de Malaca

El street art de George Town

Siempre he sido fanática del arte callejero. Me parece simbólico, decorativo y, sobre todo, fundamental  para el desarrollo cultural de cualquier ciudad del mundo. Los artistas encuentran en las calles sus lienzos perfectos, en donde pueden expresarse de manera libre a la vez que adornan el entorno para sus habitantes.

Cada vez que llego a una ciudad en donde abunda el street art, se convierte en una de mis favoritas. El tener, y aún más, conservar ese arte efímero y urbano, habla muy bien de cualquier urbe y sus habitantes. Refleja amor por la cultura, por la expresión, por lo artístico.

Street art en Step by step lane en George Town Penang
Uno de los murales más emblemáticos de George Town

George Town, la capital de Penang en Malasia, es un paraíso para los amantes de los murales callejeros. Gracias a un festival artístico celebrado en el año 2012, muchos rincones del centro de la ciudad empezaron a ser intervenidos. Desde entonces, artistas de distintas parte del mundo han ido dejando aquí su huella, plasmando sus obras en paredes para que todos podamos disfrutarlas.

Mural de street art en George Town Penang Malasia

Han pasado ya 4 años desde el festival; la mayoría de obras se mantienen intactas y son el centro de las miradas de turistas y locales. Algunas ya son sello de la ciudad y aparecen en guías, mapas turísticos, y revistas de viajes. Los artistas no dejan de acercarse a la capital de Penang para dejar su impronta en esta urbe que, además de haber sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el 2008, es ya un símbolo del street art mundial.

Mural de street art en George Town Penang Malasia
Mural hecho por el artista Gabriel Pitcher un par de años después del festival de 2012

El arte urbano de George Town tiene un encanto especial. Esas paredes roídas, que vieron llegar e instalarse a colonos británicos y que sobrevivieron al paso del tiempo, infundan carácter y una personalidad única a cada obra.

Mural de street art en George Town Penang Malasia

Perderse por las calles de esta encantadora ciudad y toparse de sorpresa con estos murales fue una de nuestras experiencias favoritas de Malasia. A continuación una muestra con más obras de arte callejero de George Town.

Mural de street art en George Town Penang Malasia

Street art Penang

Mural de street art en George Town Penang Malasia

Street art en George Town Penang

Street art en George Town Penang

Street art en George Town Penang

Street art Penang

Street art en George Town Penang

Street art Penang

Street art en George Town Penang

Street art Penang

Street art en George Town Penang

Street art en George Town Penang

Street art en George Town Penang

Algunos de los artistas de estas obras callejeras son:

Ernest Zacharevic

Gabriel Pitcher

Fritilldea

Addison Karl

Julia Volchkova

 

Nota: todas las fotos publicadas en este blog son propiedad de lamochilainfame.com. Si quieres hacer uso de alguna de ellas, por favor, ponte en contacto con nosotros 🙂

Un paseo por las frutas del Sudeste Asiático

Visitar el Sudeste Asiático y no comer frutas es como no haber estado allí nunca. El trópico es generoso y lo demuestra produciendo cientos de frutas increíbles. Desde Tailandia hasta Filipinas, de este lado del mundo las frutas invaden las calles, los mercados, las playas y los patios traseros de las casas.

Durante nuestro recorrido por los países del sur de Asia, hemos tenido la oportunidad de probar muchas frutas por primera vez, pero también, nos hemos reencontrado con algunas de las frutas tropicales que tanto extrañábamos y con las cuales crecimos en Venezuela.

Las frutas son parte fundamental de la dieta en este lado del mundo. A diferencia de los países europeos, los lugareños parecieran no comerlas porque las saben sanas y buenas para el organismo, sino porque los árboles no dejan de producirlas y aquí, como se hacía antaño, se come lo que la tierra da. Aquí, la gente no busca las frutas sino que ellas te encuentran a ti.

Para nosotros ha sido un verdadero placer encontrar tantos manjares de la naturaleza. Nos maravillamos con la variedad y los sabores tan intensos, y a veces, hasta indescriptibles.

Estas son algunas de las frutas del Sudeste Asiático que hemos probado por primera vez y nos cautivaron, no solo por su sabor, sino por su aspecto.

Rambután

A primera vista, esta fruta enamora. Su estética es insuperable y pareciera sacada de una tienda de diseño. Es de un rojo intenso por fuera, con una especie de hebras que se asemejan a un cabello alborotado. Su piel es más suave de lo que parece y, al contrario de lo que pensamos la primera vez que la vimos, no hace daño al tocarla. Al abrirla, su carne es blanca y firme, jugosa y de sabor ligero pero muy dulce.

Rambután

En Indonesia, los árboles de rambután abundan y se les puede ver muy fácilmente en ciudades y pueblos.

Árbol de rambután

Rambután en racimo
Racimo de rambután
Rambután por dentro
El rambután por dentro

Longan

También se le conoce como «ojo de dragón» por el aspecto que tiene al partirlo a la mitad. Tiene un sabor muy refrescante que nos recordó al melón. La carne es muy parecida en textura a la del rambután. En Venezuela, crecimos comiendo una fruta que se llama mamón (o mamoncillo en otros países latinoamericanos). Al ver el longán inmediatamente nos acordamos de éste a pesar de ser de colores distintos. La textura de su piel y la manera de abrirlo para sacar la carne interior es exactamente igual a la del mamón. Sin embargo, al probarlo notamos que no tienen nada que ver.

Racimo de longán
Racimo de longan
Longan sin piel
El fruto sin la piel
longan u ojo de dragón
Cuando se parte a la mitad parece un «ojo de dragón»

Mangostán

También conocido como mangosteen en inglés o mangostino en Colombia, es la reina de las frutas, o por lo menos eso afirman los tailandeses.  Es, sin duda, una de nuestras favoritas por su sabor intenso, ácido y dulce a la vez. Cuando se abre por la mitad, aparecen unos gajos blancos con una carne muy blandita. No se nos parece a nada que hayamos probado antes. Estéticamente también es muy bonita, ya que su piel es violeta por fuera, pero por dentro es de un rojo intenso que contrasta con lo blanco del fruto.

Mangostán
Así luce por fuera

Mangosteen

Malla de mangostino
Mangostán de Indonesia

Rambai

En aspecto se parece al longan, ambos son redondos, con un color entre amarillo y marrón y vienen en racimos. Sin embargo, sus sabores son completamente opuestos. El sabor nos recordó al de la toronja o pomelo pero más ácido y menos amargo. Es muy refrescante y sabrosa, aunque más vale que no muerdas su semilla ya que su amargor es bastante intenso.

Racimo de rambai

Rambai

Jackfruit

En español se conoce como jaca y es, de todas las que hemos probado, la que más nos ha sorprendido. No sabríamos cómo explicar su sabor, aunque nos atrevemos a decir que sabe a una mezcla de mango, banana y maracuyá. Tiene una carne muy firme, que se puede deshilachar y no es nada jugosa. Se dice que la jackfruit es la fruta más grande del mundo y se pueden llegar a encontrar ejemplares de hasta 50 kilos.

El fruto por fuera es verde y tiene una especie de espinas gordas. Al abrirlo se extraen sus frutos, que son amarillos y muy brillantes. Suele venderse ya pelada y preparada en bandejas, ya que sacar el fruto puede ser muy engorroso.

Jackfruit entera
La fruta entera
Jackfruit
La jackfruit está llena de muchos gajos como este

Snake fruit

Como su nombre en inglés lo indica, esta fruta pareciera estar recubierta de piel de serpiente. Dentro guarda unos gajos amarillentos, con sabor entre ácido y dulce; a veces, nos recordaba un poco al sabor del mango, pero con un fruto mucho más firme y hasta crocante. También se convirtió en una de nuestras favoritas.

Snake fruit

Snake fruit sin piel

Dragon fruit o pitahaya

Aunque la pitahaya ya la había probado en España, solo la comí una vez. Aquí hemos tenido oportunidad de comerla con regularidad ya que se encuentra con muchísima frecuencia. Es, para nosotros, una de las frutas más bonitas que existen, gracias a su piel color fucsia y el contraste que hace con su carne blanca con semillas negras. También se encuentra una variedad que no es blanca sino violeta o fucsia por dentro. El sabor es bastante suave, de hecho, hay algunas que no saben a casi nada, aunque si está bien madura es muy dulce y sabrosa. Recuerda mucho a un kiwi, aunque sin ser ácida.

Pitajaya o dragon fruit

Pitahaya fucsia

Hay otras frutas que hemos encontrado en el sudeste asiático que nos han hecho dar un salto a nuestra infancia en el Caribe. Las comíamos de niños y teníamos mucho tiempo (por no decir años) sin probarlas de nuevo. Es el caso de:

Carambola o star fruit

Una fruta refrescante, ácida y muy fotogénica. Al cortarla tiene forma de estrella, de allí su nombre de star fruit en inglés. También se le conoce como «tamarindo chino» en otros lugares.

Star fruit

Star fruit cortada a la mitad

Ciruela de Java o Java plum

Esta fruta en realidad la conocemos como “uva de playa” en Venezuela. No estamos seguros de su nombre real, pero apenas la vimos la identificamos. La encontramos en un mercado de frutas de Singapur y nunca llegamos a saber con qué nombre se le conoce en estos países. A simple vista parece una aceituna negra, pero es más como una uva. Es ácida y jugosa y tiene la particularidad de teñir la boca de violeta. Su jugo es bastante astringente pero delicioso.

Java plum

Java plum

Custard apple

La custard apple o sugar apple pertenece a la familia del anón y la chirimoya, esa que tanto se consume en España. Todas estas frutas tienen un sabor muy parecido al de la guanábana. Su pulpa es muy cremosa y más que una fruta parece un postre.

Custard apple

Custard apple o chirimoya

Custard apple o chirimoya

Guayaba

Esta es otra de las frutas que nos hizo recordar nuestra vida en el trópico venezolano. La variedad que conocíamos es la de carne color rosa, sin embargo, en Tailandia solo vimos las de pulpa blanca. El sabor es parecido pero la carne es más firme y no tan dulce. Allí la suelen comer cuando no está muy madura, con una mezcla de azúcar y chile en polvo, lo cual me recordó a la mezcla de mango verde con sal tan popular en Venezuela. En Indonesia, por su parte, solo vimos las rojas.

Thai guava

Pink guava

Durián

No podíamos dejar de lado esta fruta tan misteriosa y de la que todos hablan cuando visitan Asia. Es tan particular que decidimos dedicarle un post aparte a este manjar asiático.

Y por último, dos frutas que ya se encuentran en casi cualquier lugar del mundo y que hemos comido infinidad de veces pero que no podíamos dejar por fuera porque son las máximas embajadoras de las frutas tropicales en el mundo: la piña y la papaya o lechosa (escrito también «lechoza»).

Los árboles de papaya abundan en Malasia, Indonesia, etc., y en Tailandia es una fruta muy preciada. No solo la consumen madura sino también cuando está verde, empleándola en uno de los platos más representativos del país: la papaya salad.

Papaya en Tailandia
Lechosa roja tailandesa
Thai papaya salad
Ensalada de papaya verde

Y qué decir de la piña, esa refrescante y diurética fruta, a la cual visten de gala tallándola y haciéndola aún más guapa y provocativa.

Frutas tropicales. Piña o ananás

Esto es solo una muestra de la gran variedad de frutas que hay en el Sudeste Asiático y en el trópico en general. Por supuesto que se quedan muchas por fuera, pero ¡no alcanza el tiempo para probarlas todas!

Nuestro encuentro con Mr. Velu

Con Mr. Velu en Ipoh, Malasia
Con Mr. Velu en Ipoh, Malasia

Este es Mr. Velu, un malayo de origen indio dueño del hotel donde nos hospedamos en la ciudad de Ipoh en Malasia. Este hombre amable y cariñoso nos ofreció, de manera completamente desinteresada, llevarnos a conocer su ciudad natal. En casi 3 meses que llevábamos de viaje, habíamos conocido a gente amable, sonriente y siempre dispuesta a ayudar, pero nunca nos habían ofrecido llevarnos de paseo.

Al principio dudamos en aceptar su oferta. Tanto @tortoluis como yo nacimos en un país (Venezuela) donde lo primero que te enseñan, lastimosamente, es a desconfiar de la gente. Sin embargo, quisimos ser fieles a una de las premisas que nos prometimos cumplir en nuestro viaje: abrirnos a la gente y a experiencias nuevas.

No quiero siquiera pensar en todo lo que pudimos perdernos de haber dicho que no. Mr. Velu no solo nos llevó a sitios increíbles a los cuales, sin su ayuda, no hubiésemos podido acceder fácilmente, sino que compartió con nosotros historias sobre su cultura, religión, su familia y forma de vida; y fue eso lo más valioso de nuestro encuentro con él.

Este señor, un completo desconocido, nos abrió su corazón sin pensarlo, nos invitó la comida de todo un día, se rió y se emocionó junto a nosotros y en pocas horas se ganó un lugar en nuestros corazones. Él es, sin duda, una de las mejores cosas que nos han pasado en esta aventura de recorrer el sudeste de Asia. Compartir con un local, ver cómo viven, comer lo que ellos comen y sobre todo, ver en sus rostros la alegría que sienten al mostrarte su país, no tiene precio.

Ais Kacang en Malasia
Ais Kacang, postre malayo que nos invitó a probar el señor Velu

Nos vi a mí y a @tortoluis dentro del coche de Mr. Velu, hablando sin parar, perdiéndonos entre plantaciones de palmas de aceite y conversaciones profundas y me costaba creerlo. Sentimos confianza en todo momento y no nos equivocamos. Seguimos nuestro instinto y nos dejamos guiar por nuestra creencia de que todavía hay mucha gente buena en el mundo y entendimos que confiar en la gente siempre trae recompensas hermosas.

Ese día, mientras recorríamos la ciudad con él, reafirmé mi teoría de que no importa la religión que practiques, las costumbres que tengas o lo diferente que seas, la base del ser humano siempre será el amor. No sabes lo bien que te sentirás con los demás, hasta que lo experimentas. No hay forma más bonita de derribar fronteras que compartiendo honestamente con todo el que puedas. Escuchar al otro te alejará de todo prejuicio.

Hermosas vistas de la ciudad de Ipoh
Hermosas vistas de la ciudad de Ipoh

Aún ahora, cuando han pasado ya meses desde que compartimos con él, su recuerdo sigue intacto, porque cuando viajas puedes ver paisajes increíbles, disfrutar en ciudades mágicas pero lo que más se queda en tu memoria, es la gente que te encuentras.

Gracias, Mr. Velu, por regalarnos uno de los mejores días de todo nuestro viaje.

Kellie's Castle
Ruinas del Kellie’s Castle. Otra de los lugares que visitamos con Mr. Velu