Los mercados flotantes de Bangkok siempre figuran de primeros en las listas de lugares para no perderse en esta ciudad. Ya de por sí los mercados municipales en cualquier país del Sudeste Asiático son un goce y una fiesta para los sentidos, pero si además de todo lo que puedes conseguir en ellos le sumas una locación rodeada de agua, barcas y naturaleza, tendrás un lugar de ensueño.
Señoras vendiendo productos en sus barcas
El Klong Lat Mayom no es de los mercados flotantes más famosos, sin embargo, elegimos ir a este justo por su carácter poco turístico. Está a unos 9 kms de Bangkok y es muy visitado por locales. La mayor parte del mercado no está sobre el río, sino alrededor del mismo, así que no se muestra la típica imagen de postal con decenas de barcas llenas de productos. Sin embargo, sigue siendo un mercado flotante muy bonito, digno de visitar y, lo mejor de todo, sigue manteniendo su autenticidad.
Señora en barca por el río que rodea el mercado
Una de las mayores atracciones de este mercado son sus paseos en bote que incluye un recorrido por los canales y la visita a un pequeño poblado a orillas del río. Es una gran experiencia acercarse a los locales de la zona, ver sus casas tradicionales y empaparse de cómo viven sus habitantes.
Vistas del ríoCasas tradicionales tailandesas
La oferta de comida es muy variada. Se encuentran platos para todos los gustos, zumos frescos, snacks, galletas y postres como la famosa candied cassava, o yuca caramelizada, que tanto gusta a los tailandeses.
Yuca o mandioca caramelizada
Uno de los platos estrella del mercado flotante es el pescado a la parrilla servido sobre hoja de plátano; lo recubren primero con una gruesa capa de sal y luego lo cocinan sobre las brasas. Si rodeas el mercado te encontrarás con la parte de atrás de algunos locales donde podrás ver cómo lo preparan. Probamos también el agua de coco endulzada con azúcar moreno y servida en unos vasos hechos de bambú.
El plato estrella: pescado a la parrillaVenta de snacks típicos tailandeses
Si estás en Bangkok o planeas ir, es una experiencia muy recomendable. Puedes echarle un vistazo a nuestro post de ¿Cómo llegar al Khlong Lat Mayom? si necesitas más información.
Tailandia es un paraíso para los amantes de la cocina y su capital es una fiesta constante en lo que a comida se refiere. Sin embargo, puede ser un poco apabullante la cantidad de opciones que hay y es normal sentirse un poco perdido a la hora de elegir dónde comer en Bangkok.
Uno de los tantos puestos de comida en Bangkok
Por eso, hemos decidido hacer una lista con algunos sitios que visitamos y en donde realmente vale la pena probar por lo menos un plato. La mayoría de restaurantes de nuestra lista están en el barrio de Banglamphu y todos son de precios bajo-medio.
Khao San Road: como es bien sabido, esta es la zona mochilera por excelencia. En la calle que lleva el mismo nombre, todo está pensado para atraer al turista así que, si puedes alejarte de ella para comer, hazlo. Nosotros probamos nuestro primer Pad Thai aquí, y aunque no estaba mal del todo, no fue de los mejores. Si algo bueno tiene esta calle es la practicidad, sobre todo si te estás alojando cerca de ella como fue nuestro caso. Lo que sí es seguro es que en esta calle no pasarás hambre nunca.
Precios
Snacks tipo rollitos primavera: 25 TBH
Helado artesanal de coco: 40 TBH
Restaurante Daruma: está muy cerca de Khao San Road, en la calle Samsen. Debemos aclarar que preferimos siempre la comida callejera por encima de los restaurantes más “lujosos” pero elegimos este sitio por ser una ocasión especial (día de Navidad). Los precios en comparación con la comida de la calle suelen ser bastante elevados, pero pagas la comodidad de estar sentado en un sitio tranquilo, además, las raciones estaban bastante bien de tamaño. Si te quieres dar un capricho cerca de Khao San, es un buen lugar para hacerlo.
Precios
Comida para dos personas con entrante para compartir, 2 principales y 2 cervezas grandes (640ml): 525 TBH en total.
Curry de ternera, gyozas y pad thai en el Restaurante Daruma de Bangkok
Calle Chana Songkhram: desafortunadamente no tenemos el nombre exacto del restaurante. Es un local muy modesto pero con excelente comida. Tiene varias mesas bajo una lona en plena calle lo que lo hace fácil de reconocer y su carta es muy extensa. Comimos allí un par de veces ya que quedamos encantados con sus platos y precios. La primera vez probamos un curry verde de pollo con noodles bastante picante (lo cual nos encanta) y un curry rojo de ternera acompañado con arroz blanco. Ambos platos estaban deliciosos, eran abundantes y muy económicos.
El segundo día probamos un arroz salteado con gambas estilo Tom Yam y debo decir que fue un festín de sabores; mucho lemon grass o citronela y jengibre. También tomamos un pollo salteado con anacardos acompañado de arroz blanco. Esta vez pasamos de la cerveza y bebimos un té tailandés con leche y hielo que estaba delicioso.
Precios
Platos de curry: 50 TBH
Cerveza Chang grande: 80 TBH
Té tailandés con leche y hielo: 30 TBH
Curry verde de pollo
Sopa de noodles con carne: una de las mejores beef noodles soup de Bangkok la probamos en este restaurante de la calle Thanon Phra Athit, a pocos minutos de la concurrida Khao San Road. Aunque algunos turistas frecuentan el sitio, se ve mucha gente local comiendo allí, lo cual siempre es buena señal. Pedimos 2 tipos diferentes de sopa y ambas estaban increíbles. La diferencia entre ambas era poca, una tenía una especie de bolitas de carne tipo salchicha y los caldos variaban un poco de sabor. La carne estaba súper tierna y magra, el caldo con un sabor intenso a cilantro y los noodles perfectamente cocidos.
Precios
Bol de sopa: entre 70 y 90 TBH.
Beef noodles soup
Thipsamai: local famoso por su Pad Thai. Está un poco más retirado del barrio de Banglamphu, más hacia los lados de la Golden Mountain. Es un espectáculo solo ir a ver cómo sus cocineros preparan este plato con una rapidez y agilidad impresionantes. Siempre está lleno y hay que hacer cola para entrar pero suele ir muy rápido. Mientras esperas, puedes deleitarte con los fogones a toda máquina en plena calle. El plato estrella, como ya lo he dicho, es el Pad Thai de gambas envuelto en una tortilla muy fina. Sus noodles pintados con una salsa naranja son espectaculares.. No te asustes si ves la larga fila al llegar, la espera bien valdrá la pena.
Precios
Pad Thai: 90 TBH
Bebidas: entre 20 y 40 TBH
Pad Thai envuelto en tortilla
Comida callejera en Rambuttri alley: es una calle paralela a Khao San Road muy concurrida por las noches y llena de carritos para comer. Nosotros nos decantamos por uno que tenía muchos guisos y platos a base de pollo y pescado. Los exhiben todos en bandejas, eliges 2 o 3 y lo acompañan con el infaltable arroz blanco.Este sistema nos gusta mucho porque puedes ver todos los platos ya preparados y así escoger el que más te llame la atención. Entre lo que ofrecían había: pollo con curry y hojas de albahaca tailandesa (en tailandés pad kra pao gai), guisos con salsas, albóndigas de pescado y gran variedad de frituras.
Entre 40 y 60 TBH dependiendo de la cantidad de comida que elijas.
Para finalizar, te dejamos unas recomendaciones generales para comer en Bangkok:
En Bangkok hay comida en cada esquina. Prácticamente todo lo que pruebes estará rico.
La gran mayoría de sitios están muy limpios así que la higiene no será un problema.
Los platos más baratos suelen estar alrededor de los 50 TBH.
Aprovecha esta ciudad para comer frutas. Las encontrarás por todos lados, son frescas y baratas.
Alejarse de los sitios de comida occidental siempre es buena idea. No solo ahorrarás mucho dinero sino que comerás mejor si frecuentas lugares de comida local.
A los tailandeses les encantan los snacks, prueba todos los que puedas, no te arrepentirás.
La capital de Tailandia, como toda gran ciudad, tiene cientos de lugares imprescindibles. Hacen falta muchos días para recorrerla entera y disfrutar de todo lo que tiene para ofrecer. La lista de sitios para visitar puede ser muy larga; aquí te presentamos lo que son para nosotros 13 lugares indispensables de Bangkok.
Golden Mountain: como su nombre lo indica, este templo está ubicado en una pequeña montaña en medio de la ciudad y rodeado de mucha vegetación. Hay que subir unos 340 escalones hasta la cima para disfrutar de las vistas de la ciudad y de todo el agradable entorno. No es un templo con mucha arquitectura o grandes estructuras pero definitivamente hay que detenerse a admirar su pagoda dorada. En la cima, hay wifi gratis, además de venta de bebidas. Precio de la entrada: 20 THB por persona.
Subiendo hacia la Golden Mountain
Wat Pho: otro de los templos que puedes encontrar en el centro de la ciudad. Una versión muy pequeña del Grand Palace. En este templo se puede ver el gran Buda reclinado, además de unas pagodas increíbles. Ir a la hora del atardecer es muy buena idea. Entrada: 100 THB por persona.
Pagodas dentro de Wat Pho
Pak Khlong Talat Flower Market: mercado de las flores de Bangkok. Abre todos los días las 24 horas. La entrada es gratis y se pueden ver cientos de puestos con venta de flores. También hay mucha comida y objetos varios. El colorido es espectacular y es toda una experiencia observar a los vendedores y ver cómo se desarrolla la vida en un mercado local y auténtico.
Mercado de las flores
Wat Arun: también llamado Templo del Amanecer, luce una grande y adornada pagoda como eje central. Es uno de los templos budistas más importantes de la ciudad y su gran tamaño hace que se pueda apreciar desde el lado contrario del río. Merece la pena pagar los 50 tbh por persona que vale la entrada para maravillarse con los detalles de las construcciones.
Wat Arun
Chinatown: uno de los lugares imprescindibles de Bangkok. El barrio chino es muy extenso y es toda una experiencia perderse por sus calles y ver los miles de productos y alimentos que tienen a la venta. La calle principal es Yaowarat Road y es un espectáculo de color, venta ambulante, letreros, neones y todo lo que se espera de un barrio chino dentro de una gran ciudad.
Yaowarat Road en Chinatown
Silom: barrio nuevo y zona financiera. Punto perfecto para admirar los grandes y modernos edificios. Se encuentra entre las estaciones de tren Silom y Sathorn. Nosotros hemos ido andando desde Khao San Road pero es un largo recorrido.
Silom, el distrito financiero de Bangkok
Siam Paragon: muy cerca de Silom está uno de los centros comerciales más grande de Asia. Tiene todas las tiendas que suelen tener los grandes centros comerciales del mundo. El food court o feria de comida es muy interesante y puedes encontrar platos de casi todos los rincones del planeta. El Siam Paragon se ganó el título del lugar más instagrameado del mundo en el año 2013, lo cual puede darte una idea de la cantidad de gente que lo visita. Puede que como nosotros, no te interesen mucho los shopping mall cuando estás conociendo una ciudad nueva, pero si te apetece descansar del calor sofocante de Bangkok, disfrutar de construcciones modernas y ver la otra cara de la ciudad, el Siam Paragon es un buen sitio para ello.
Vista del Siam Paragon de noche
Standing Buddha: estatua de Buda de pie de 32 mts de altura. Nosotros la visitamos de noche y no pagamos entrada. El sitio no tiene mucho de especial, salvo la estatua que impresiona por su tamaño.
Estatua de Buda de 32 metros de altura
Wat Ratchanatdaram: muy cerca de la Golden Mountain se erige este precioso templo budista. Puedes acceder libremente a la parte interior de uno de sus edificios y subir hasta el último piso y así ver desde muy cerca la arquitectura del templo. Además, puedes pasear por los pasillos y en cada uno encontrarás una breve explicación de conceptos básicos del budismo, tipos de meditación, entre otros datos. De noche es realmente espectacular ya que tanto el templo como el parque aledaño suelen estar muy bien iluminados. La entrada es gratuita.
*Nota: hay que tener cuidado con los conductores de tuk tuk que están en la entrada, te dirán que el templo está cerrado cuando realmente no lo está o que hay monjes rezando para intentar llevarte a otros sitios.
Uno de los edificios del Wat Ratchanatdaram iluminado
Khao San Road: la calle de mochileros por excelencia. Está plagada de hostales, tiendas, vendedores ambulantes, bares y agencias de viaje. Es un bullicio constante a partir del mediodía y en la noche es una verdadera locura. Es lo menos auténtico que verás de Bangkok, aunque forma parte del encanto de la ciudad. Es divertido ver a cientos de mochileros de todas las partes del mundo dejándose tentar por los vendedores de snacks a base de insectos, helado de coco y smoothies de frutas tropicales.
La famosa Khao San Road
Wang Lang Market: uno de los tantos mercados que hay en Bangkok. Fue uno de nuestros mercados favoritos ya que se encuentra fuera de la ruta turística convencional y es muy famoso entre los locales, lo cual siempre es buena señal. Vale la pena perderse por todos sus puestos y llegar al final donde hay un par de restaurantes con vistas al río. Está justo al lado del Siriraj Hospital y para llegar puedes tomar un bote que cruza a ese lado del río desde el muelle cerca de la Facultad de Artes y toma menos de 3 minutos. Si te encuentras lejos de esta zona puedes tomar uno de los botes que recorren todo el Chao Phraya River y bajar en la parada número 10.
Puesto de dulces en Wang Lang Market
Santichaiprakarn Park: en este parque nos despedimos de Bangkok y llegamos a él por mera casualidad. Nos sorprendió gratamente, es muy amplio, está bien cuidado, y ofrece unas vistas del río y el puente Rama VIII insuperables.
Santichaiprakarn Park
Khlong Lat Mayom Floating Market: los mercados flotantes en Bangkok son una de las grandes atracciones que nadie puede perderse. Hay varios alrededor de la ciudad pero nos decantamos por el Khlong Lat Mayom por ser uno de los favoritos entre los locales. De hecho, al visitarlo pudimos darnos cuenta de la poca cantidad de turistas que había. Nos gustó tanto la experiencia que hemos decidido dedicarle un post aparte que puedes ver aquí: Un paseo por el mercado Khlong Lat Mayom
Está en boca de muchos, aparece en cientos de guías, te hablan de ella y ves sus fotos, pero no sabes quién es hasta que llegas y la sientes. Bangkok es una urbe feroz, a veces indescriptible, que logra atraparte sin que te des cuenta. Mientras caminas por sus calles te confundes, pasas del amor al odio en segundos y piensas: ¿Cómo se puede ser tan oscura y a la vez tan encantadora?
Calles de Bangkok
Esta ciudad tiene mucho poder; poder de engancharte, poder de sorprenderte y también poder de traerte abajo a ratos. Nadie podrá nunca negar que está plagada de rincones sucios, oscuros, raros. Su olor se hace a veces insoportable pero te ayuda a recordar en dónde estás; en una urbe que lucha por mantener sus raíces intactas a la par que construye rascacielos a un ritmo frenético. Es la capital de un país que se debate entre el desarrollo, la corruptela, el turismo desbordado y años de tradición.
A pesar de sus esquinas oscuras, Bangkok está plagada de templos ornamentados, doradas y brillantes estatuas, construcciones magníficas y orquídeas a lo largo de muchos caminos. Es una ciudad a la que definitivamente siempre querrás volver.
Budas en el templo de Wat Pho
Si hay algo que define a Bangkok, es la comida callejera. El festín es incesante, y hasta el más escéptico acabará rendido a los pies de cada puesto de comida. No importa la hora, no importa la zona, no importa el momento, esta ciudad nada entre frutas, snacks, woks calientes, fideos caseros y todo lo que se te ocurra. Es aquí, en Bangkok, cuando entiendes por qué todos hablan de la comida asiática, de su fuerte presencia en todo el mundo y de sus sabores explosivos que no dejan a nadie indiferente.
Hay mercados nocturnos, restaurantes humildes, restaurantes lujosos, ferias de comida, festivales, pequeños carritos, señoras en las esquinas y pare usted de contar. Aquí huele a comida todo el tiempo.
Sopa de fideos y carne
Para empaparse bien de esta urbe, no hay nada mejor que caminarla, adentrarse en rincones donde nunca pensaste que podías adentrarte. Deja que su calor húmedo, a veces asfixiante, se apodere de ti, que los olores te guíen y que su gente te sonría.
Maravíllate con esa mezcla de templos, edificios de cristal, casas abandonadas y roídas por el tiempo. Sus cables de electricidad, juntos en un enredo que pareciera no tener fin, son la metáfora perfecta de la vida en la ciudad. Mezcla y desorden dentro de un orden que solo sus habitantes entienden.
Bangkok vibra, y si te dejas llevar, vibrarás con ella.